Ahora

En un mundo fracturado por el conflicto, el consumo desmedido y la fragilidad post pandémica, Intersecciones emerge como un espacio de exploración y cuestionamiento profundo. Camilo Pedraza desdibuja los puntos cardinales a través de formatos circulares, donde los conceptos de arriba y abajo se desvanecen, dando paso a un flujo continuo de significados en perpetua transformación.

 

El color, filtrado por su daltonismo, adquiere una profundidad inusual y una cualidad táctil, trascendiendo la rigidez de lo bidimensional. Los tonos primarios vibran con texturas que desafían la pureza geométrica del Neoplasticismo. En lugar de orden, encontramos desequilibrio; en lugar de certeza, composiciones erráticas que invitan al espectador a recorrer caminos alternativos y a descubrir nuevas perspectivas.

 

Aquí no hay figuras reconocibles, sólo el deseo plasmado en formas abstractas. La influencia de la teoría paranoico-crítica se hace evidente, convirtiendo cada pieza en un reflejo mutable donde la percepción y la emoción se entrelazan de manera inseparable. En una época marcada por el desgaste ambiental y el ruido incesante de la modernidad, la obra de Pedraza se erige como una pausa necesaria, un punto de tensión entre lo estructurado y lo impredecible.

 

Intersecciones no pretende ofrecer respuestas, sino abrir interrogantes: ¿cómo habitamos la incertidumbre? ¿Cómo trazamos nuestro propio rumbo en un espacio carente de direcciones claras? A través de su propuesta visual, el artista nos invita a reflexionar sobre nuestra capacidad para navegar en un mundo en constante cambio, donde las certezas se desvanecen y las posibilidades se multiplican.